La recuperación después de un ictus en personas jóvenes
Las secuelas de un ictus pueden ser de muy distinta índole y gravedad. Pero en cualquier caso, la edad siempre juega a favor y las personas jóvenes, con una actitud adecuada y un tratamiento fisioterapéutico a medida pueden dejar pronto atrás las secuelas del accidente cerebro vascular.
Cuando uno mismo o un familiar cercano sufre un ictus es más que normal que se atraviese una etapa de miedo y desorientación. Una vez que se haya estabilizado y que se puedan determinar las secuelas es el momento de comenzar a trabajar la recuperación. Queremos insistir en la importancia de la rapidez. A veces ese miedo que surge con el ictus nos paraliza, nos hace pensar que tenemos que aceptar lo que nos ha sucedido y que no hay vuelta atrás.
Pero no hay que rendirse, ni conformarse. Una cosa es ser consciente de la situación que deja a nuestro alrededor el accidente cerebro vascular y asumirla, y otra muy distinta es abandonarse a las circunstancias y no pelear. La recuperación de un ictus es una lucha, una batalla en la que el objetivo es dejar atrás las secuelas y ser lo más independiente y autónomo posible.
Para lograrlo su coraje y actitud son esenciales, pero también debe saber que no está solo. Durante su estancia en el hospital ya le habrán comentado que necesitará la ayuda de su familia y además actualmente la fisioterapia neurológica es una ayuda esencial. Los profesionales como los que forman parte del equipo de nuestra clínica determinarán cuál es la manera más adecuada de tratar sus discapacidades.
Aunque cada caso es único, la mayoría de los tratamientos fisioterapéuticos para tratar a pacientes jóvenes con ictus se componen de sesiones de masajes y de tablas de ejercicios. Con los masajes se tonificarán los músculos, se cuidará la hidratación y elasticidad de todas las partes del cuerpo. En definitiva, se prepara el cuerpo para realizar los ejercicios.
Las sesiones de ejercicios son agotadoras. A veces, durante tres horas se realizan ejercicios asistidos, otros de forma autónoma con los que se va recuperando poco a poco la movilidad y la fuerza de los músculos, para después ir practicando la marcha, coger cosas, etcétera.