Integración escolar de niños con ataxias, el papel de la fisioterapia neurológica
Sufrir una ataxia no tiene que ser un impedimento para asistir al colegio. Es cierto que el niño que padece algún tipo de ataxia tiene limitaciones y ciertos problemas que pueden afectar a su día a día en la escuela, pero con un adecuado programa de fisioterapia puede mejorar sus discapacidades y aprender a valerse por sí mismo dentro de sus límites.
Conviene recordar que la ataxia no es en sí misma una enfermedad específica, es un síntoma. Ataxia significa torpeza, pérdida de coordinación que puede afectar a los dedos, manos, brazos y piernas, tronco o a la capacidad de hablar. Su origen puede ser diverso, en unos casos será hereditaria y en otros será propia de cada persona.
Una de las mejores maneras de trabajar estos problemas es con la fisioterapia neurológica. Una vez que se ha detectado este problema en el menor es fundamental comenzar a tratarlo cuanto antes. De esta manera se pueden minimizar los problemas de descoordinación y evitar o, al menos, tratar de frenar la aparición de nuevos síntomas.
Cuando un niño con ataxia comienza su integración en la guardería o el colegio lo primero que va a notar es que no tiene cerca a sus padres que hasta ahora son sus referentes y punto de apoyo. Por eso, dependiendo obviamente de la edad, es esencial que sea capaz de realizar ciertas tareas por sí mismo.
La ayuda de la fisioterapia neurológica se materializa a través de sesiones de masajes y de ejercicios que mejoran el estado de salud del niño y que le ayudan a tener su musculatura lo más fuerte posible y con control de la coordinación.
- Masajes. A través de los masajes el niño con ataxia tiene los músculos de las extremidades, del tronco o las manos más flexibles, relajados y, por tanto, más receptivos para realizar los ejercicios.
- Ejercicios. Los expertos en fisioterapia neurológica después de analizar los síntomas más acusados de cada niño, elaborarán unas tablas de ejercicios adaptadas a los problemas más graves. Con estiramientos, flexiones y giros se irá consiguiendo controlar la descoordinación y aprender a mantener el equilibrio.