¿En qué consiste el tratamiento fisioterapéutico en niños con daños cerebrales?
Los niños con daños cerebrales presentan una serie de problemas y trastornos físicos, sensoriales o neuropsicológicos que requieren un tratamiento fisioterapéutico a media para, en la medida de lo posible, paliar y corregir sus efectos.
La fisioterapia neurológica aborda cada caso como único y, después de haber estudiado la historia clínica del niño y de observarle, se comienza a diseñar un plan de trabajo. Éste suele combinar masajes y ejercicios que se integran en sus actividades diarias. Para el niño con daño cerebral no supone ningún esfuerzo o trabajo extra realizar los ejercicios. El fisioterapeuta los va introduciendo poco a poco, como un juego que se va convirtiendo en una rutina más de su día a día, participando de forma voluntaria y activa.
La infancia es la etapa en la que se desarrolla al máximo el potencial de un niño y en el caso de las personas con daños cerebrales es aún más importante comenzar cuanto antes con un tratamiento adecuado.
Aunque, como hemos dicho, cada caso es único, existen una serie de pautas comunes. Son las siguientes:
- El objetivo de la fisioterapia neurológica es estimular las capacidades cognitivas y las destrezas físicas que se han visto afectadas o que no se han desarrollado de manera adecuada. Lo que se pretende es conseguir el mayor grado de autonomía posible del paciente. Por eso el trabajo debe ser constante y además de la atención de los fisioterapeutas es también muy importante la ayuda y participación de los padres.
- Muchas de las sesiones de fisioterapia comenzarán con masajes. Es una forma de calentar y preparar los músculos y todo el cuerpo para el posterior trabajo con ejercicios. Se eliminan tensiones, se relajan los músculos y se consigue un estado de relajación que ayuda la posterior concentración en los ejercicios.
- El cuadro de ejercicios fisioterapéuticos es muy amplio. Dependiendo del momento y de las condiciones de cada paciente, se trabajará la motricidad gruesa y fina, la coordinación y equilibrio a la hora de caminar o la adopción de buenas posturas. Con los ejercicios se trabaja la fuerza de los músculos y la correcta movilidad de los distintos miembros del cuerpo.