El tratamiento fisioterapéutico en la primera fase del Alzheimer
Como ya hemos dado a conocer en artículos anteriores, la fisioterapia se convierte en una herramienta fundamental a la hora de que los enfermos de Alzheimer, se encuentren en la etapa en la que se encuentren, tengan una estupenda calidad de vida.
En este caso, queremos centrarnos en cómo un tratamiento de ese tipo puede serles de gran utilidad en la primera fase, donde la sintomatología aún es leve, aunque ya empiezan a tener algunos problemas de desorientación e incluso a sufrir dificultades para realizar movimientos básicos. Así, en este momento, la mencionada disciplina lo que hace es trabajar aspectos tales como estos:
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Incentivar y desarrollar la movilidad. Como hemos mencionado, en este instante los afectados por la mencionada patología pueden comenzar a descubrir que ya no pueden acometer con la misma facilidad movimientos tales como coger un objeto, saludar, aplaudir, peinarse…De ahí que se realicen ejercicios fisioterapéuticos, mediante el uso de pesas y artículos similares, con el claro objetivo de prevenir limitaciones y atrofias en ese sentido.
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Impulsar y potenciar lo que es la deambulación o el caminar. Esto es algo que se hará con los fines de que estén en buen estado de forma, que mantengan su equilibrio e incluso de que sigan gozando de la mayor autonomía posible.
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Mejorar la coordinación de tipo psicomotriz.
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Acometer el tratamiento de ciertas dolencias físicas o musculares que puedan tener.
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Tareas de relajación.
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Mejorar de la postura corporal, para lograr prevenir posibles problemas de respiración e incluso para tragar los alimentos cuando la enfermedad del Alzheimer haya avanzando más.
A grandes rasgos, estos son los principales ámbitos de trabajo en los que operan los fisioterapeutas con los pacientes afectados por la mencionada patología en la primera fase de la misma. De ahí que la labor que realizan sea fundamental para garantizarles la mayor calidad de vida posible.