El papel de la familia en la rehabilitación de pacientes con daños cerebrales

Una persona que sufra daños cerebrales tendrá que pasar por algún tipo de tratamiento fisioterapéutico para trabajar su recuperación y evitar que los daños y secuelas vayan a más. En este proceso, que suele ser largo y duro, el papel de la familia es esencial.

Contar con el apoyo de la familia incide de manera positiva en la recuperación de un paciente con daños cerebrales.

El paciente con daños cerebrales, dependiendo de su edad y de la intensidad de sus daños, precisará una atención más o menos completa.

• En el caso de los pacientes de corta edad esto es obvio y ahí el papel y cercanía de los padres es fundamental para poder llevar a cabo un tratamiento fisioterapéutico. El objetivo de estos programas es conseguir primero que el niño se sienta cómodo y a gusto realizando los ejercicios. Por eso, si los padres están cerca e incluso participan en las actividades los resultados serán mejores.
  En estos casos los equipos de fisioterapeutas asesoran a la familia sobre cómo realizar algunos ejercicios, estiramientos y masajes; a la vez que les dan pautas y recomendaciones para tener una vida lo más normal posible.
• Los pacientes con daños cerebrales adultos también necesitan el apoyo y ayuda de familiares y amigos. En estos casos el apoyo inicial y sobre todo el emocional es vital. La indefensión y dependencia que tiene de repente una persona con daños cerebrales es muy grande y hay que tratar por todos los medios de que no se hunda. La familia, con la ayuda y asesoramiento de profesionales de la fisioterapia neurológica, son los que mejor pueden ayudarle a asumir su situación.
  Pasado ese primer hito, comienza el trabajo de rehabilitación. Los fisioterapeutas le darán las indicaciones y pautas para realizar ejercicios e incluso masajes que le ayuden a paliar su situación y a tratar de tener una vida lo más independiente posible.

La terapia puede resultar agotadora, por eso la ayuda familiar es fundamental al llegar a casa.

Esta ayuda de la familia y amigos no es algo puntal, su implicación y participación debe ser permanente. Transmitirles cariño, hacerles saber que dentro de sus limitaciones pueden participar en una vida social común es de gran importancia. Además, llegarán etapas en las que brote de nuevo el desánimo, porque ven que no avanzan más, porque hayan surgido nuevos problemas… En todos esos momentos la ayuda y cercanía del entorno familiar (asesorado siempre por especialistas en fisioterapia neurológica) será el mejor bastón para seguir adelante.