Ejercicios fisioterapéuticos para rehabilitar a personas con daños cerebrales
Cualquier persona que tenga algún daño cerebral necesita un tratamiento con ejercicios de rehabilitación para minimizar las lesiones ocasionadas. Los daños cerebrales son cualquier afectación que produce una lesión cerebral que altera de manera inesperada nuestra vida. Ante esta situación la intervención médica y fisioterapéutica es fundamental.
Dependiendo de la gravedad de los casos, el tratamiento de fisioterapia neurológica comenzará en cuanto el paciente esté estabilizado. Sabemos que afrontar esta situación es muy difícil, superados los primeros momentos y una vez que el paciente está fuera de peligro, hay que asumir las secuelas. Algo mucho más duro de lo que a simple vista puede parecer.
Pero en esta ardua tarea de asimilación y superación la persona que ha sufrido cualquier daño cerebral no está sola. Nuestros equipos de especialistas en fisioterapia neurológica le acompañarán en todas las fases de su rehabilitación revisando y adecuando los programas a su evolución.
A continuación le describimos las fases de evolución y los ejercicios que se irán programando en cada etapa:
- Primera fase. Aquí la fisioterapia neurológica se centra sobre todo en trabajar la corrección de la postura. Para ello el fisioterapeuta realiza ejercicios de movilización pasiva que trata de prevenir rigideces, contracturas o úlceras. Asimismo, se realizan ejercicios para mejorar la respiración y cuidar todo el aparato respiratorio.
- Segunda fase. Esta etapa comienza cuando la persona que ha sufrido el daño cerebral se encuentra más recuperada y puede empezar a colaborar y participar en su rehabilitación. Nuestros expertos en fisioterapia neurológica evaluarán su estado general y comenzarán por corregir posturas, enseñándole ejercicios de estiramiento de los músculos y cómo mantener el control de los miembros de su cuerpo. Aquí también se reclama la colaboración de familiares y amigos para que le ayuden en las tareas más rutinarias de su vida como el aseo, la alimentación, etcétera. Se realizan también ejercicios para el fortalecimiento y movilidad de todos los músculos buscando la estabilidad del cuerpo.
- Tercera fase. Comienza pasados los primeros meses después del daño cerebral. Es una etapa también muy importante que no hay que dejar de lado. Aquí hay que luchar contra el desánimo, porque la evolución y los resultados son más lentos que en las otras fases. Pero esto no quiere decir que haya que rendirse, al contrario, es fundamental seguir con los ejercicios fisioterapéuticos reforzando nuestra musculatura e insistiendo en aquellas zonas donde las secuelas del daño cerebral aún persisten. En esta etapa los ejercicios requieren mayor esfuerzo, pero sobre todo constancia, porque abandonarlos puede provocar un deterioro de nuestra evolución.