Ejercicios fisioterapéuticos en la recta final de la rehabilitación de un ictus
En Fisiohogar nos hemos propuesto, entre otras cosas, dar a conocer las ventajas que tiene que las personas que han sufrido un ictus pongan cuanto antes en marcha su rehabilitación y que, además, lo hagan mediante la fisioterapia. Y es que esta les va a permitir recuperarse con los mejores resultados y en el menor espacio de tiempo.
Para poder alcanzar ese objetivo, como ya hemos mostrado en artículos anteriores, el paciente tendrá que llevar a cabo ejercicios específicos y concretos en cada fase del proceso de rehabilitación. Sólo de esta manera podrá avanzar de manera firme y eficaz.
En este caso vamos a centrarnos en las actividades que tendrá que acometer en la última etapa, en la recta final en la que los pacientes ya caminan con o sin ayuda y están perfectamente capacitados para poder agarrar con cierta firmeza objetos que tienen al alcance. Se trata de propuestas que se adaptarán a las características específicas de cada persona (edad, estado de forma, evolución, zonas del cuerpo que se han visto más afectadas por el ictus…) y que se desarrollarán en sesiones diarias.
Con mayor exactitud podemos determinar que, por regla general, en esta fase de la rehabilitación del ictus dos serán las metas a alcanzar: mejorar y consolidar lo que es la capacidad de marcha y perfeccionar de forma contundente lo que son las actividades del día a día, en las que el afectado necesitará tener la mayor autonomía posible.
Para poder alcanzar ambas, lo habitual es que el fisioterapeuta establezca los siguientes ejercicios:
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A la hora de conseguir que pueda caminar con mucha mayor estabilidad y sin miedo a caerse, se realizarán actividades con esteras, ejercicios específicos de equilibrio, se acometerán propuestas en cuanto a trabajo funcional, se llevarán a cabo ejercicios para mejorar la coordinación en cuanto a extremidades inferiores y superiores o se puede incluso recurrir a marchar por distintos tipos de terreno.
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En cuanto a poder lograr que la persona que ha sufrido el ictus pueda desenvolverse por sí misma a la hora de acometer actividades de su día a día sin ayuda, el profesional de la fisioterapia en cuestión optará por programarle las que le ayuden a aumentar la coordinación, las que le den fortaleza y tonicidad a sus músculos, las que le sirvan para adquirir flexibilidad y absoluta movilidad de las articulaciones…