¿Cuándo debe comenzar un tratamiento fisioterapéutico después de un Ictus?
Después de un Ictus la rapidez con la que comience la rehabilitación será determinante para acelerar su recuperación o la de la persona que lo ha sufrido. Por eso, queremos insistirle en que no deje pasar el tiempo y se incorpore a un programa de fisioterapia neurológica lo más pronto posible. El objetivo es que las secuelas se reduzcan cuanto antes y se atajen también otras posibles complicaciones.
Nuestros expertos en fisioterapia neurológica se encargarán en primer lugar de evaluar cada caso; ya que, obviamente, las zonas dañadas del cerebro varían de una persona a otra. El profesional hará una evaluación exhaustiva de su caso para determinar las discapacidades y las necesidades concretas en las que hay que trabajar.
Las ganas de olvidar el episodio de un Ictus conducen a menudo a las prisas y a la impaciencia. Pero tiene que aprender a controlarlas y debe tener en cuenta que un tratamiento de fisioterapia neurológica es un proceso largo, en el que su fisioterapeuta fijará unos objetivos a corto, medio y largo plazo que irá revisando y modificando atendiendo a su evolución.
Como en la mayoría de las enfermedades y las dolencias, la actitud del paciente es esencial, así como el apoyo y el acompañamiento de familiares y amigos.
Cuando, usted o la persona que haya sufrido un Ictus, comience a trabajar sus discapacidades con nuestros expertos en fisioterapia neurológica, seguramente observará que mejoran sus capacidades afectadas, recupera mayor grado de independencia y aumenta su calidad de vida.
Como ya hemos dicho antes, el inicio precoz de un programa de rehabilitación después de sufrir un Ictus es fundamental. Nuestros expertos en fisioterapia neurológica ayudarán a estas personas mediante la estimulación y otro tipo de técnicas a mejorar, entre otras, las siguientes alteraciones:
- Alteraciones del movimiento y de la coordinación.
- Alteraciones relacionadas con el tono muscular.
- Alteraciones que afectan directamente al control de las posturas y el equilibrio.
- Problemas concretos que afectan a la incapacidad para caminar.
- Problemas relacionados con las capacidades sensitivas.
- Trastornos de tipo cognitivo.
- Cualquier tipo de problema relacionado con la función pulmonar.