Como ayuda la fisioterapia neurológica en el trabajo a las personas con esclerosis múltiple
Trabajar con esclerosis múltiple es más que posible. Muchas personas acuden día a día a su puesto de trabajo con esta enfermedad. Lo importante es ser consciente de las limitaciones que supone y recurrir a la ayuda de expertos en fisioterapia neurológica que nos ayuden a diseñar un tratamiento de rehabilitación que nos permita tener la mejor calidad de vida posible.
La esclerosis múltiple es una enfermedad del sistema nervioso central que afecta al cerebro. Es una enfermedad que irreversible, es decir, crónica, por tanto es importante asimilar cuanto antes sus efectos y aprender a vivir con las limitaciones que nos impone.
La esclerosis múltiple suele afectar a adultos jóvenes, personas en edad laboral, que empiezan a perder la habilidad de los nervios para conducir las órdenes del cerebro. Estas limitaciones obviamente repercuten en su vida laboral y tienen que comunicarlo a su empresa y trazar juntos la manera más adecuada para que puedan seguir desempeñando sus funciones.
En cuanto a los síntomas con los que se presenta la esclerosis múltiple, lo primero que queremos explicarle es que pueden aparecer de manera repentina, mientras que otras veces se refiere a una lesión única en la sustancia blanca del sistema nervioso. Habitualmente la enfermedad se caracteriza por ocasionar los siguientes síntomas:
- Incapacidad motora de uno o varios miembros
- Alteración y problemas de visión
- Ataxias
- Descoordinación que provoca temblores cuando se habla
Ante estos problemas obviamente usted se sentirá inseguro a la hora de acudir a su trabajo. Sin embargo, no tiene que dejarse vencer por la esclerosis múltiple. Los tratamientos actuales de fisioterapia neurológica pueden atajar muchos de estos problemas consiguiendo que usted pueda llevar una vida bastante parecida a la que tenía antes de diagnosticarle la esclerosis múltiple.
Estos tratamientos combinan los masajes y las tablas de ejercicios. Todos ellos están destinados a cuidar su capacidad motora, incidiendo en los miembros más afectados y trabajando preventivamente con los que están sanos. Por supuesto también se presta especial atención a todos los problemas de descoordinación, reforzando sus músculos, corrigiendo posturas y enseñándole cómo afrontar los temblores y otros síntomas que puedan hacerle sentir vulnerable.