Demencia senil y fisioterapia
Entorno a un 40% de personas mayores de 80 años se calcula que padecen lo que se conoce como demencia senil. Se trata de una enfermedad mental, crónica y degenerativa, que lleva a que quien la padezca se enfrente a una pérdida notable de la capacidad de su mente, lo que provoca que se vea afectada de manera notable tanto lo que es su vida diaria como la de las personas que tiene alrededor. Y es que se hace necesario que estas le ayuden y le cuiden.
La pérdida de memoria, la incapacidad para comprender las cosas, dificultades notables en el lenguaje, insomnio, apatía, conductas obsesivas o incluso señales de depresión son algunos de los síntomas más habituales que sufren quienes tienen esta patología que nos ocupa. No obstante, a todos ellos se suman una serie notable de dificultades motoras como son las siguientes:
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Notable torpeza en su movimientos.
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Reducción contundente de lo que son las habilidades manuales.
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Tendencia a sufrir caídas.
Estas y otras complicaciones relacionadas con el movimiento fundamentalmente son las que requieren que las personas con demencia senil se pongan en contacto con profesionales de la fisioterapia. Y es que estos les proporcionarán y pautarán distintos ejercicios que les ayudarán a estar en forma, a mejorar su equilibrio o coordinación, a hacer que tengan una mejor circulación sanguínea e incluso a aportarle más riego al cerebro. Es decir, esos profesionales de la citada rama sanitaria trabajarán con los individuos afectados con el claro objetivo de conseguir que cuenten con una mejor calidad de vida.
¿Qué tipo de ejercicios preparan para sus pacientes los expertos en fisioterapia? En función de la edad de esos, de lo avanzado de su enfermedad e incluso de los síntomas que sufran, apostarán por acometer propuestas como estas:
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Ejercicios toraco-costales.
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Desarrollarán actividades de fisioterapia respiratoria, para evitar la disfunción del correspondiente aparato.
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Propuestas para que sus articulaciones se encuentren en buen estado.
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Ejercicios en pro de que, en la medida de lo posible, mantengan cierto grado de agilidad para evitar que puedan caerse con frecuencia.
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Actividades destinadas a que mantengan una buena postura corporal.
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Asimismo es habitual que los fisioterapeutas apuesten por conseguir que sus pacientes mantengan cierto grado de tonicidad y fuerza en sus extremidades, por lo que trabajarán con los ancianos en ambos aspectos a través de distintas tablas.