Técnicas de fisioterapia para mantener la fuerza en pacientes con esclerosis múltiple
Mantener la fuerza es uno los problemas a los que los enfermos de esclerosis múltiple tienen que hacer frente. Las tablas de ejercicios fisioterapéuticos permiten ejercitar la musculatura evitando contracturas y manteniendo las distintas partes del cuerpo ágiles y activas.
La esclerosis múltiple es una enfermedad neurodegenerativa que avanza paso a paso disminuyendo sobre todo las capacidades de los pacientes. Por este motivo es muy importante comenzar rápidamente un tratamiento adecuado a tu estado. Una vez que te hayan diagnosticado la esclerosis trata de aceptarlo cuanto antes y empieza a poner los medios para que los síntomas no avancen y puedes frenar la aparición de nuevas secuelas.
Este tipo de enfermedad que afecta al sistema nervioso central ataca principalmente al cerebro y a la médula espinal. La reacción de cada cuerpo es única, pero en general se puede decir que se presenta de la siguiente forma:
- Temblores
- Mareos y pérdida del equilibrio
- Falta de coordinación de los movimientos
- Debilidad y problemas para caminar
Muchos de los problemas que se manifiestan por la esclerosis múltiple están relacionados con la pérdida de fuerza y la aparición de dolores. Por este motivo es esencial cuidarla, mantenerla y tratar de recuperarla.
En nuestra clínica somos especialistas en fisioterapia de enfermedades neurológicas y nuestros equipos conocen las últimas técnicas y tratamientos para mantener la fuerza de las personas con esclerosis múltiple. Algunos de los ejercicios y técnicas más usuales son las siguientes:
- El puente. Con este ejercicio se busca mantener y fomentar la fuerza del tronco. Debes colocarte tumbado en el suelo con la espalda recta y las rodillas flexionadas. Después tensa los glúteos y luego trata de elevarlos haciendo un puente. Mantén esa posición unos segundos y después baja lentamente. Repite el proceso unas 5 veces.
- Estiramiento de piernas. Aquí también se trabaja la fuerza de la zona del tronco. Arrodillado a cuatro patas trata de elevar una pierna estirándolo al máximo. Si ves que no puedes levantar la pierna inténtalo primera deslizándola por el suelo. Repite este ejercicio entre 3 y 5 veces.
- Elevación de los brazos. Para ejercitar la fuerza de los brazos siéntate en una silla con la espalda recta. Coge unas pesas con ambas manos y comienza a subirlas hasta la cabeza. Repite este ejercicio 10 veces.
- Flexión de rodilla. Con este ejercicio potenciarás la fuerza de toda la zona de las piernas. Tumbado en el suelo con la espalda recta y los brazos pegados al cuerpo comienza a levantar la rodilla tratando de llegar lo más arriba posible, si es preciso ayúdate de las manos para poder flexionar más pierna. Repite el ejercicio unas 5 veces con cada pierna.