Consejos fisioterapéuticos para aprender a vivir después de tener un ictus
Sufrir un ictus marca un antes y un después en nuestras vidas. Por leve que haya sido, habrá dejado en nuestro cuerpo secuelas de distinta índole. Para seguir adelante con nuestra vida es esencial asimilarlas como parte de uno y aprender a vivir dentro de nuestros nuevos límites. Pero eso sí, sin rendirse y luchando día a día por recuperar al máximo nuestras capacidades.
Desde el primer momento después de sufrir un ictus habrá tenido el asesoramiento y ayuda de expertos en fisioterapia. Ellos le habrán explicado en con todo detalle su situación actual y los retos a los que se enfrenta. Uno de los mejores consejos desde el punto de vista fisioterapéutico es que sea constante con su tratamiento de rehabilitación.
El trabajo y esfuerzo diario es la mejor medicina para contrarrestar las secuelas que le haya dejado el ictus. No es un proceso fácil y rápido. Dependiendo de muchos factores, edad, causas del ictus, intensidad del accidente cerebrovascular y partes del cuerpo más afectadas, las perspectivas de su vida serán unas u otras.
Las recomendaciones para aprender a vivir después de un ictus pueden resumirse en estas dos:
Reconocer limitaciones
Conocer su cuerpo y sus actuales capacidades es la tarea principal después de sufrir un accidente cerebrovascular. Habrá perdido capacidades relacionadas con la movilidad que le impidan moverse libremente, desde caminar hasta valerse por sí mismo para hacer tareas tan comunes como comer, asesarse o vestirse. También es probable que se vea afectada su capacidad de coordinación de movimientos, capacidad de habla y de escritura.
Una vez que asimile cuál es su situación real, es cuando puede empezar a trabajar su mejoría. Sus fisioterapeutas le explicarán cuáles son las pautas para trabajar cada una de las secuelas y cómo debe actuar.
Trabajo diario
Los tratamientos de rehabilitación de personas afectadas de ictus requieren el compromiso del paciente. Sin su implicación y empeño no se pueden alcanzar los objetivos deseados.
Por eso hay que acudir cada día con ganas y una actitud proactiva que permita que los masajes y ejercicios que realice con su fisioterapeuta le ayuden a recuperar la flexibilidad, fuerza y movilidad de su cuerpo.